Ascensión al Bisaurín
Ascensión al Bisaurín. 2669 m. 9 de abril de 2009
Descargar GPS o ver en Google Earth en http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=401307
Por fin, después de pasar el invierno y el principio de la primavera sin poder coincidir, encontramos el Jueves Santo (¡!) el día (y el buen tiempo, no como cuando atacamos el Vértice de Anayet con las raquetas, que casi se nos lleva la ventisca) para hacer una de las cimas del Pirineo que llevábamos pretendiendo, pero que siempre resultaba esquiva: el Bisaurín, macizo y redondeado pico que se deja reconocer desde muchos lugares de la cordillera.
Llegamos como siempre temprano al parking del refugio de Lizara, donde ya nos espera José Manuel, cámara en ristre, y preparado con todo. El día parece bueno y hay bastante gente animada; en fin, «ambiente montañero».
Hay bastante nieve, pero Carlos y yo optamos por no cargar con las raquetas, porque la semana anterior en la Mesa no las necesitamos. La nieve está dura a la subida, pero durante la bajada casi las echamos de menos. José Manuel sí que las carga, fiel a su principio «a la montaña hay que ir con todo», y acarrea un mochilón de aúpa.
Seguimos un sendero suave sin pérdida posible, y tras 45 minutos atacamos un duro repecho que nos llevará al collado de Foratón, con buen ritmo pero con una buena sudada. En el collado contemplamos la pendiente que nos espera para alcanzar la cima.
Parece que a pesar de no ser un tresmil, la subida es en poca distancia, o lo que es lo mismo, muy empinada. Sólo hay que ver las fotos.
Con paso seguro atacamos la dura rampa,zigzagueando y buscando huellas para no hundirnos demasiado en la nieve, allí muy abundante.
Se hace duro, pero relativamente pronto llegamos a la cima, donde hay que tener cuidado con las cornisas de nieve, y donde no permanecemos mucho rato porque al estar entre las nubes no hay nada que contemplar, y porque el viento resulta helador.
Al poco de comenzar el descenso,…. aparece José Manuel !!
Ya no lo esperábamos, pero a base de constancia ha vencido a la fuerte pendiente y allí está, así que de nuevo lo acompañamos a cima, donde conseguimos una gran foto.