Invierno
El último día de otoño lo paso echando una saco de Humita 40 y otro de abono Blaukorn a los frutales. Aunque amanecemos a cero grados y con una escarcha de miedo (las pobres fresas que puse a finales de octubre las están pasando canutas, ver foto), se abre paso a lo largo de la mañana un sol radiante, y como no hay viento, se está de maravilla. Recojo unas hojas de acelga y de cardo y planto un seto con ocho groselleros y ocho frambuesos a raíz desnuda. A ver si funcionan y puedo recoger el año que viene algunas de estas delicadas pero deliciosas frutas semisilvestres.