Podando Graciano785
Estamos en marzo y toca podar la viña. Es segundo año, y ya no se trata de cortar «por la base» dejando un par de yemas para crecer fuerte y con buena raíz, sino de irle dando forma a las parras, elegir bien las yemas que dejamos para formar el segundo brazo en aquellas cepas que ya tienen uno guiado, las que deberían crecer este año lo suficiente para alcanzar el alambre e incluso las que este año deberían darnos ya las primeras uvas. Para no hacer un desastre que comprometa la futura producción, nos acompaña hasta Biel Jesús Gómez. Él y su familia llevan muchos años podando miles de viñas, y nos va explicando cómo hacerlo con cada una en función de su estado de desarrollo. Básicamente se dan tres casos:
– Las que no han conseguido llegar al primer alambre. Estas son fáciles, se podan como las de primer año, es decir, por la base dejando sólo dos yemas más la ciega. A ver si este año por fin lo consiguen.
– Las que llegan pero aún no han crecido lo suficiente para guiar bien un brazo. Las dejamos tutoradas y este año decidiremos si guiamos la principal o bien las despuntamos y guiamos los brazos que nazcan de dos yemas altas.
– Las que ya tienen uno (bastantes) o los dos (casi ninguna) brazos guiados. Repasamos los atados para darles forma y cortamos absolutamente todos los sarmientos que hayan brotado este año. El que viene dejaremos ya pulgares con yema para los futuros brazos, tres pulgares por brazo, dos yemas-sarmientos por pulgar.